Es un tratamiento que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia (imperceptibles para el oído humano) para mejorar la circulación, acelerar la recuperación y tonificar la piel.
Estas ondas penetran en la piel y generan calor, lo que ayuda a activar el flujo sanguíneo, eliminar toxinas y favorecer la regeneración de tejidos.
Existen dos tipos de ultrasonido:
Focalizado: se aplica en zonas específicas y puede actuar hasta las capas profundas de grasa, ayudando a romper su estructura sin dañar tejidos cercanos.
No focalizado: se usa en áreas más amplias, con una intensidad más suave para mejorar la textura y tono de la piel.
Este tratamiento es indoloro y no invasivo, pero no debe aplicarse en personas con enfermedades cardíacas, cáncer, hipersensibilidad en la piel, inflamaciones agudas o en el abdomen de mujeres embarazadas.
Beneficios del ultrasonido terapéutico:
- Mejora la circulación sanguínea
- Libera toxinas acumuladas
- Favorece la cicatrización y regeneración de tejidos
- Disminuye la inflamación
- Ayuda a tratar la celulitis
- Tonifica y suaviza la piel
- Estimula el metabolismo celular