Ondas emitidas en distintas frecuencias, (oscilan entre 20 a 20.000 Hz) y claramente no son perceptibles al oído humano. Éstas se transforman en calor dilatando las glándulas sudoríparas y los folículos pilosos, lo que lleva al aumento del torrente sanguíneo en la zona aplicada.
Cuando se habla de ultrasonido se deben diferenciar entre dos tipos; el primero, se denomina focalizado, ya que se aplica en una zona en particular del cuerpo. En este caso se logra pasar hasta el tejido adiposo rompiendo su estructura, pero sin dañar los tejidos que se encuentran cerca; el segundo, es el no focalizado que se ocupa en superficies más extensas y se caracteriza porque sus vibraciones son de menor intensidad.
Si bien este tratamiento, al igual que el drenaje linfático, es indoloro, no puede ser usado en personas que tienen problemas cardíacos, hipersensibilidad o cáncer.
Tampoco puede ser aplicado en el abdomen de una mujer embarazada o en inflamaciones agudas.
Entre sus beneficios se encuentran:
- Aumento de permeabilidad en las células. • Micro masaje.
- Libera toxinas.
- Acelera el metabolismo.
- Favorece la cicatrización.
- Ayuda a regenerar tejidos.
- Trata la celulitis.
- Antiinflamatorio.
- Tonifica la piel.